El alcantarillado es uno de los servicios públicos más importantes para la salud y la limpieza de nuestro municipio. Gracias a él, las aguas residuales llegan a su destino sin convertirse en un riesgo para nuestras familias ni para el medio ambiente.
Sin embargo, cuando lo usamos de manera inadecuada —arrojando basura, aceites, escombros o elementos que no corresponden— generamos taponamientos, malos olores, desbordamientos y daños que afectan a toda la comunidad.
Hacer un buen uso del alcantarillado es sencillo y depende de la responsabilidad de cada uno:
No arrojar basuras ni plásticos por los sumideros.
Evitar verter aceites, grasas o químicos en los lavaplatos y desagües.
Disponer correctamente los residuos sólidos en los puntos y horarios autorizados.
Cuidar el alcantarillado es cuidar la salud, la tranquilidad y el bienestar de todos los granadinos.
Recuerda: el alcantarillado no es una caneca de basura, es un servicio vital que debemos proteger.
